No se lo digas a nadie, pero esta mañana me desperté pensando en ti.
Soñaba con tus versos de miel sobre mis páginas escondidas, reconocía tus notas sobre mis cuerdas oxidadas. El sol invadía la oscuridad y reclamaba mi atención.
Entonces, olvidando el sueño, acaricié el cabello que languidecía en mi almohada...
Soñaba con tus versos de miel sobre mis páginas escondidas, reconocía tus notas sobre mis cuerdas oxidadas. El sol invadía la oscuridad y reclamaba mi atención.
Entonces, olvidando el sueño, acaricié el cabello que languidecía en mi almohada...
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