miércoles, 25 de junio de 2008

tiovivo


Empiezo una aventura nueva y estoy segura que con muchos errores. Como siempre, me embarco en ella sin un motivo aparente, tan solo el aburrimiento. Los resultados no serán los deseados pero, ¡se intentará!

Os dejo un texto hecho para la clase de castellano. El ejercicio consistía en, a partir de un nombre/objeto, definirnos.

Os invito a girar en mi tiovivo.




Podría definirme como un tiovivo, girando y girando sin parar durante todo el día, tan sólo hago un “stop” para recoger personas interesadas en subir.

Hay cabida para todos en esta rueda giratoria en la que me envuelvo sin pesar; la misión es entretener, buscar sonrisas, emociones y escuchar. En el tiovivo de la vida me encuentro, mi mente gira y busca espacios nuevos donde ubicarse, gente a la que dar cariño, ternura…

Como en toda feria la vida tiene sobresaltos, y todos necesitamos un tiovivo donde distraernos y soltar adrenalina, donde descargar nuestros miedos.

Pero, al igual que el tiovivo, cuando llega la noche y las luces se apagan, quedo sola. El pensamiento vuela libre buscando alternativas a la soledad, al misterio que encarna esta rueda giratoria de la vida. Suben y bajan, nadie mira hacia atrás, la atracción ha sido utilizada y está lista para la siguiente ronda.