sábado, 29 de noviembre de 2008

Una sonrisa





Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no demostrar tu amor...

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.


Hace unos días me llegó una composición de un poema y la foto que hay más arriba. He abreviado un poco el texto, pues el espacio no daba para más... Me llegó de la mano de Isa, mi jefa para los conocidos ;-)

Para variar, al abrir el correo y ver un mail suyo, la sonrisa me vino a la cara. No lo puedo evitar, me levanta la moral en 0'2. El cartel venía acompañado con un abrazo jeje, (aunque ella lo negará).
Esto pasaba el lunes, el jueves me llamaba Nai para decirme que la operaban...ejem! Después del susto, pues no tenía ni idea, llegó la tranquilidad de saber que estaba bien, que no era nada serio. Hoy he hablado con ella, entre coñas y amenazas varias.
La cuestión es que, hablando del blog, de nosotras, de ellas, de la familia y de todo en general y mucho en particular, he pensado dedicarle cuatro palabrillas...

En negrita, todo lo que me ha enseñado esta mujercita de más de 1'70...

Cuando empecé a escribir el blog, pensé en colgar canciones que me hacían recordar a mis amig@s, familiares y compañer@s...
Con Isa es casi imposible, porque ella es música, sonrisas y cariño, a pesar de la "mala leche" que siempre intenta aparentar...
Desde "Amaral", pasando por "la oreja" y llegando a "la Shaki"... estos años son la historia interminable, musicalmente hablando ;-)

Y si ha sido mi "profe" en cuanto a canciones, qué decir de sentimientos... he llorado de felicidad, de tristeza al decirle adiós, hemos bailado, reído y disfrutado de momentos que no se pueden borrar. Conocimos y bautizamos a "la menuda", que es amor, achuchones, comprensión y todo lo positivo que se pueda decir. (Y eso...!!!)
Cuando pienso en ellas , siempre recuerdo la canción de Alberto Cortez: "Hablo de distancias, pero no de ausencias, ando con el alma, llena de tu esencia..."

Por cierto, la composición ha sido redistribuida...

Besos.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Día marrón








Lo pongamos con acento o no, en mayúsculas o minúsculas, lo cierto es que todos tenemos, de vez en cuando, un día marrón.
La cuestión es si los demás deben darse cuenta del hecho. ¿Tenemos derecho a estar con "el día marrón" o los demás deben ver siempre nuestra cara feliz?

Todo esto viene dado a que, de unas semanas a esta parte, el personal me dice sin cesar que tengo cara de felicidad...
Por historias varias y de una manera inexplicable, cuando más jodida estoy, más feliz me ve la gente; eso me lleva a pensar en la soledad, es irremediable, nadie ve más allá de sus narices... Que veo una sonrisa, es feliz; que canta, es feliz. ¡Pues no! Cada uno intenta evadirse como puede...
Una de mis profesoras comentaba en clase el derecho que tenemos todos a tener un día malo, a estar tristes. Es inevitable, decía, y los demás tienen que respetarlo.

Nos hemos acostumbrado a mirar a la persona que va a nuestro lado de una manera superficial, no hacemos ni el más mínimo esfuerzo por mirar a los ojos y ver si hay algo distinto día a día. Perdemos la esencia, a mi modo de ver, de la persona.

Como en la pareja, tenemos que cuidar, mimar y demostrar al prójimo que lo queremos, que no es prescindible y que su sonrisa, vale tanto como la nuestra. Puede que, de esa manera, la otra persona no tenga un día tan oscuro...








jueves, 20 de noviembre de 2008

Pequeños detalles




¿Os han regalado alguna vez algo inesperado?
A mí me encanta hacer regalos, cualquiera que me conozca lo sabe; además, dedico tiempo a buscarlos, pensando siempre en la persona y en sus gustos. No siempre acierto pero... se intenta.
Me gusta hacerlos sin que toque, es decir, sin ser cumpleaños, santos o aniversarios de cualquier tipo. Es una manera de decir "te quiero" sin decirlo...
A menudo hago cd's para mis amig@s y clientas del bar, sólo por el placer de compartir la música. Una caja de bombones, una planta, todo puede ser un momento de felicidad para el/la que lo recibe.

Pues hoy me ha tocado a mí. Una clienta habitual de la cafetería ha llegado con una pashimna preciosa, muy de mi estilo ( a saber cuál es jeje).
Me ha dejado pasmada, hoy que tenía el día complicado, de esos que no quieres empezar... me lo ha alegrado. ¿El cazador cazado? La falta de costumbre en recibir me ha hecho titubear al cogerla jajaja.

En fin, que no hay nada más bonito que empezar el día con una sonrisa y, por qué no, con un regalo inesperado...

Besos sonrientes ;-)

sábado, 15 de noviembre de 2008

Marta





Marta es una niña con aspecto tímido, de pelo largo y mirada apagada; al hablar no mira a los ojos y, cuando lo hace, ves una expresión entre triste y pasota. Es alta, delgada y camina arrastrando los pies, como si el peso del mundo estuviera en su espalda. Marta es la nueva amiga de mi hija...
Sus padres están separados y no existe la más mínima comunicación entre ellos, así que la niña puede hacer lo que le venga en gana. Si quiere irse de fiesta sólo tiene que decir que está en casa de uno y no presentarse.

Hoy han quedado para dormir en su casa y, sobre las 9,30, se han presentado en la mía. La cara de ambas era un poema.
Por lo visto la madre de Marta, profesora de primaria, está depresiva. Al explicarle las niñas que dormían allí, que querían ver "Nemo" y cenar, la madre se ha puesto como un energúmeno y las ha echado de casa...
La pregunta de ambas era si las dejaba dormir juntas. ¿Cómo dejas a una niña de 14 años a esas horas en la calle sin saber si la "madre" la dejará entrar en casa? Pues venga, pa dentro y a preparar cena pa todos, eso sí, tooodas en la cocina.
Llamo al padre y tiene el teléfono desconectado, a fin de cuentas, se supone que la niña está con su madre.
La criatura flipa cuando le pego la bronca a las dos por sus desvaríos durante la semana, claro está, mi hija ríe y explica a su amiga que soy así de rara...
La cena ha pasado y los padres no han dado señales de vida; las niñas están en la habitación mirando series y hablando/riendo sin parar. ¡Menuda nochecita me espera!

Claro que, pensando en Marta, no se la cambio...






jueves, 13 de noviembre de 2008

Esos locos bajitos...




A menudo los hijos se nos parecen,
y así nos dan la primera satisfacción;
ésos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.

Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, (dicen) que hay que domesticar.

Niño,
deja ya de joder con la pelota.
Niño,
que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.

Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
con nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos
para dormir.

Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada
y en cada canción.

Nada ni nadie puede impedir que sufran,
que las agujas avancen en el reloj,
que decidan por ellos, que se equivoquen,
que crezcan y que un día
nos digan adiós.





Cuando era pequeña escuchaba a mi madre decir, cada vez que se enfadaba, su frase preferida. No era otra que "lástima de cerdo en vez de hijos, al menos tendría jamones". La frase que en su momento me parecía horrible, poco a poco va tomando sentido, hasta puedo entender su desesperación.

En la entrada anterior hablaba de los "momentos de felicidad" que tenía en torno al fogón. Esos momentos quedan atrás cuando la tutora de mi niña menor me llama y me cuenta que la criatura ha hecho campana, que le van a abrir un expediente por absentismo, que no entiende el porqué de su actitud. Me quedo helada y no reacciono, le doy la razón y pienso que ya no puedo más. Localizo a la criatura y hablo con ella, se hace la sueca, nada es lo que parece...
Siguo con el curro, como si tal cosa pero tocada, y al llegar a casa explico a su hermana el porqué de mi cara de acelga. No la entiende, ella lleva todo el día metida en casa con los libros y sus trabajos. ¡Son tan distintas!.

Con poca gana voy hacia el cole, toca clase de inglés con la que normalmente disfruto. Hoy no puedo concentrarme y paso la hora sufriendo por mi peque y sufriendo por el tiempo que hago perder a mis compañeros y profesora. Mates y más de lo mismo...
Al acabar las clases vuelvo a casa y sólo me apetece desviar mi camino hacia otra parte, no importa cual. ¡Es tan difícil ser madre! Por el camino recuerdo las palabras de la mía, recuerdo cómo hacía campana a la edad de mi hija, su cara cuando llegaba a casa. Se preocupaba como yo me preocupo. ¡Somos tan iguales!

La charla con la niña es triste, no hay gritos ni reproches, no vale la pena. Ella llora, yo también. Parece entender pero, tristemente, mañana se le habrá olvidado.
"Nada ni nadie puede impedir que sufran, que las agujas avancen en el reloj, que decidan por ellos, que se equivoquen..."



miércoles, 12 de noviembre de 2008

La felicidad de la mano de Ikea




Dos meses y todavía no acabó la reforma. En este tiempo hemos podido ver como la cocina iba tomando forma, dejando de ser ese espacio ruinoso, en el que se había convertido por el uso, a uno espacioso, alegre y, sobre todo, práctico.
No es una cocina más, es mi cocina. En ella puedo sentirme yo, cantar, hablar sola y hasta cocinar...


-Te voy a dar más libertad, dice Paco, haremos la cocina más espaciosa.
Yo río pensando que ya le vale, pero se ha hecho realidad. Lo que nadie me explicó es que, al tener más espacio, éste sería invadido. Ahora no puedo cantar, repasar lecciones o cocinar a mi antojo. Es tan agradable estar allí que se ha convertido en el sitio más visitado de la casa.


Domingo por la noche y me dispongo a preparar cena... La mayor quiere crêpes; me alegro porque tengo tiempo de escuchar musiquita y pensar, a la vez que cocino. Pos va a ser que no! A los cinco minutos entra mi peque, que quiere ayudar en la elaboración. Nos ponemos con el tema y, ¡sorpresa!, aparece Paco que viene a ver qué se cuece, ejem! Pero no queda ahí la cosa, dos minutos más tarde y la mayor quiere ver qué tal va su cena.
Llegados a este punto yo no escucho la música, más bajita de lo normal porque todavía no he instalado el reproductor de cd's y tengo el mp3 puesto sin auriculares, tan sólo escucho las historias de mis hijas y marido.


Hasta hace poco la cocina era mía y sólo entraban para comentar algún problema o, como mucho, ayudar a poner la mesa. Ahora me resisto a perder mi espacio...
Durante casi dos meses no he tenido más remedio que cocinar en medio del salón, con un hornillo y de manera precaria... pero lo que peor llevaba era no poder cantar a mi antojo, (por eso de molestar al resto del personal...).


La cena va viento en popa y mi peque, la única que aguanta el trabajo ;-) ríe, baila y canta, como hago yo cuando estoy sola (que soy persona seria...) canciones de mecano, la Juli y Amaral. La mayor habla con su padre y, de vez en cuando, entra y se une a la fiesta.


El espacio está bien aprovechado, pues la felicidad entra, pasea y, a veces, se queda en una cocina de Ikea. Si supieran lo que me han vendido…












martes, 11 de noviembre de 2008

Esterilizadas




Es martes,tengo un exámen esta tarde, dos hijas adolescentes que me dan preocupaciones pa saturar a un santo, una jefa a la que se le va la olla, una casa en reformas y... mis propias neuras, ejem!

A pesar de todo me levanto cada día pensando en lo bien que estoy, que disfruto estudiando, que mis hijas son lo mejor que he tenido y que el curro me aporta experiencias inigualables.

Entro en el curro sonriendo, apurada pues pasan dos minutillos de la hora... y me encuentro a mi jefa feliz. Sí, esa mujer que normalmente se levanta con la cara hinchada, llega al curro con aspecto de haber levantado pesas por la noche y queriendo ser otra persona, ha llegado hoy feliz. El porqué? pues porque ha perdido 600 gramos.
Dos meses escuchando un rollo de dietas variadas, de clientes dando consejos y hoy, por fin, los frutos parecen dar resultado.
El milagro se llama "Weight Watchers" y su página es www.adelgazaconapoyo.es
El personal, sorprendido, alaba su buen aspecto, (que digo yo, será el mismo que el de ayer...) y explica vida y milagros de personas que ya han experimentado las ventajas de la dichosa dieta...
Aisss, que me quieren abducir y yo no quiero!! Mi jefa insiste en que tengo que hacerla, yo me hago la remolona. Con lo bueno que está un donut de chocolate, un café con leche normalito, un plato de patatas fritas... ¿Es que el personal se ha vuelto loco?

Pero lo mejor estaba por llegar, entra una clienta... hace días que no viene y pregunta a mi jefa por su buen aspecto (ejem!), y la otra contesta que ha perdido peso y bla, bla, bla...
Si ya decía yo, le contesta, te veo muy "esterilizada". Dios, que se me cae el café con leche señoraaa!!.
Y mi jefa pregunta por qué río constantemente...

sábado, 8 de noviembre de 2008

Miarroba






Me gustaría inventar un país contigo
para que las palabras como patria o porvenir,
bandera, nación, frontera, raza o destino
tuvieran algún sentido para mí.


Y que limite al este con mil amigos,
al sur con tus pasiones y al oeste con el mar.
Al norte con los secretos que nunca te digo
para gobernarlos de cerca si los quieres conquistar.


Si tú también lo sientes, si a ti también te apetece,
no lo pienses, vámonos, ya somos dos.
Porqué no me das la mano y nos cogemos este barco
celebrando con un beso que hoy es hoy.
Que nuestra patria existe donde estemos tú y yo,
que todo estará cerca si cerca estamos los dos.
Que nuestra patria existe donde estemos tú y yo,
que todo estará cerca, vámonos.


Me encantaría que nuestro país tuviera
un arsenal inmenso de caricias bajo el mar
para que al caer la noche yo encienda dos velas
para invadirte por sorpresa en la intimidad.


Con dos habitantes será el más pequeño del mundo
y sin embargo el más grande de todos los que yo vi.
De veras te digo que el himno que escribo es sincero,
habla de que hay tantos países como gente en cada país.

LODVG



Miarroba me ha felicitado, cumplo años en el foro!!
Que cuatro años son nada... o eran veinte? ais, que me lío con las letras de las canciones, será la edad...

Pos eso, hace un ratillo he podido abrir el correo, problemas de curro y tal, y he encontrado la felicitación pertinente jeje.
Cuatro años y muchos recuerdos de gente, kdds y emociones.

Empezamos por la mostra... dios, que dolor!Mi niña que me dice que vaya, yo que no, ella que sí... al final ganó ella, claro, siempre he sido facilona...
Mucha gente, ningún conocido, pero ese buen rollo... La Paka, Fátima y sus sonrisas, aissss! A partir de ese día, el comando BCN a saco con todo... risas, cenas, salidas, viajes...pero qué pendonas éramos XD!!

Os echo de menos, aunque soy consciente que la vida va por ciclos, que hay que disfrutar el presente y no pensar en el pasado, salvo para recordar buenos momentos, he disfrutado tanto con vosotras que no puedo evitar sonreír con nostalgia.

Madrid, Almodovar, la Paka y las locuras de ese finde es algo que podré contar a mis niet@s, aunque casi muero en el intento. Laia y su "medusa del amor", Isoré y su "señora, baila?" (provocaciones a mí, ja!), la agüelita remix, la camarera de la agüelita y sus roces...(ssssserda!!); todo está recopilado en fotillos...(Migui, algún día te llevarás una sorpresa conmigo y te prometo que será agradable jeje).

Después vinieron Alicante, Huelva, Sevilla, Valencia... y menos mal que paramos porque mi economía no daba pa más...ejem, y mi family empezaba a mosquearse...

Y como toy griposa no cuento más, porque si empiezo con la banda sonora de este tiempo, de vosotras... no paro, y no es plan, que el chino quiere darme de cenar y no me gusta hacer esperar a la gente...

Besos y achuchones varios, (hoy con más amor del normal), Ángeles.




lunes, 3 de noviembre de 2008

"Amor de madre"







Hace unos días debatíamos en clase sobre un relato de Almudena Grandes, “Amor de madre”. El relato cuento la historia de una madre que vive obsesionada con retener a su hija, sea de la manera que sea.


Pues bien, hoy ha llegado a la cafetería una clienta habitual; tiene un hijo de 15 años, educado e inteligente, con problemas psicológicos. El niño estuvo ingresado en un pabellón psiquiátrico, según dice la madre, por problemas de comportamiento en el último centro escolar donde cursaba la ESO.


La clienta es una chica de unos 34, que siempre va muy bien arreglada y a la última en “trapitos”. Cada semana compra varios, siempre en el mercado, y confiesa que no le entran en el armario y que los tiene que esconder para que su pareja no le meta bulla. Eso sí, al niño le escatima una sudadera de marca porque son carísimas.

La madre estaba sofocada, casi llorando, porque este fin de semana el niño le ha pedido ir a vivir con su padre; son de Argentina y lleva más de 7 años sin verlo y sin tener ninguna noticia de él. La madre ha rehecho su vida con otra persona y, por lo visto, el niño no termina de aceptar esta relación. La pareja, ante las continuas broncas en casa, le ha dado a elegir entre el hijo o él.


Hasta aquí todo parece normal; un niño con problemas, una madre acongojada, un riña entre ambos…


Después de mis horas de descanso vuelvo al trabajo con el humor renovado, ya que el comportamiento de la madre me ha tocado, y al cabo de unos minutos aparece el niño. Él está arrepentido por la discusión y comenta que quiere pedir perdón a la madre, aunque teme que esta no le haga caso y siga enfadada. Cinco minutos y aparece la madre, tratando al hijo con desprecio, sin considerar que la cafetería está llena de clientes y tratando de humillarlo lo máximo posible. El chico calla, sin cambiar el gesto, casi sin poner atención a las estupideces de la madre. La madre se come un mini acompañado de un cortado y el niño, siempre con la cabeza gacha, no toma nada.

Quince minutos después le preguntamos a la “señora” si el niño ha comido algo. Su contestación nos deja atónitas: no le he preparado nada y no pienso hacerlo; según él soy un monstruo, así que…

Un silencio incómodo se hace en la cafetería, la criatura viene a la cocina y mi jefa le pasa cinco euros para que vaya a comer algo antes de entrar al instituto; el niño no quiere pero acaba cediendo.

A estas alturas de la escena yo me como las palabras y los gestos de asco. Me gustaría poder gritarle a la madre que así no se hacen las cosas, que no humille más al niño, que la vida ya es lo bastante dura a los 15 como para endurecerla más… Pero todo esto se queda en mi garganta, agacho la cabeza y trabajo, pues mi jefa controla cada movimiento.


Salen por la puerta, sin mirarse, cada uno por su lado; la madre camino del trabajo y el niño, en busca de algo de tranquilidad y comida, pero en soledad.